EL DIVÁN DEL PUMA
DEL ACOSO SEXUAL Y ALGO MÁS
El ACOSO SEXUAL, en todas sus modalidades es una
forma de violencia de género que se caracteriza por comportamientos no deseados
de naturaleza sexual que tienen como objetivo intimidar, humillar o coartar la
libertad de la persona afectada. Puede manifestarse de diversas formas, como el
acoso verbal, el acoso físico, el ciberacoso, el chantaje sexual, entre otros.
Las personas que experimentan ACOSO SEXUAL pueden
sufrir consecuencias devastadoras para su salud física, emocional y mental,
afectando su autoestima, seguridad y bienestar en general.
ACOSO VERBAL
Es una forma de violencia psicológica en la que una persona
utiliza palabras, insultos, amenazas, burlas o cualquier otro tipo de
comunicación verbal para intimidar, humillar o manipular a otra persona. Este
tipo de acoso puede causar daño emocional y afectar la autoestima de la persona
que lo está sufriendo. El acoso verbal puede ocurrir en diferentes contextos,
como en el trabajo, en la escuela, en el hogar o en cualquier otro lugar donde
se produzca una interacción verbal entre personas. Es importante denunciar y buscar ayuda en caso de ser víctima de
acoso verbal.
ACOSO FÍSICO
Este se define como la intimidación, hostigamiento o
agresión física hacia una persona, generalmente de forma repetida y con la
intención de causarle daño. Este tipo de acoso puede manifestarse de diversas
formas, como golpes, empujones, morder, pellizcar, entre otras acciones que
implican contacto físico no deseado y que pueden resultar en lesiones o daños
físicos a la víctima. El acoso físico puede ocurrir en diferentes contextos,
como en el ámbito laboral, escolar, familiar, en la calle, etc., y puede tener
consecuencias graves para la salud y bienestar emocional de la persona
afectada.
CHANTAJE
SEXUAL
Es una forma de extorsión en la que una persona,
generalmente una pareja o conocido, amenaza con divulgar información íntima o
comprometedora sobre la víctima a menos que esta cumpla con sus demandas de
naturaleza sexual. Puede incluir la amenaza de difundir imágenes íntimas,
conversaciones comprometedoras o cualquier otro tipo de información privada
como medio de presión para conseguir lo que desea. Es una forma de abuso
emocional y violencia de género que puede tener un impacto devastador en la
vida de la víctima.
CIBERACOSO
También conocido como acoso cibernético o ciberbullying, es
una forma de acoso que se lleva a cabo a través de medios electrónicos como el
internet, redes sociales, mensajes de texto, correos electrónicos, entre otros.
Este tipo de acoso se caracteriza por ser repetitivo, agresivo y realizado de
forma intencional para causar daño emocional, social o psicológico a la
víctima. El ciberacoso puede tener graves consecuencias para la salud mental y
el bienestar de la persona afectada, por lo que es importante tomar medidas
para prevenirlo y contrarrestarlo. Las personas que sufren ciberacoso pueden
experimentar ansiedad, depresión, baja autoestima, aislamiento social, entre
otras consecuencias negativas.
PARA TERMINAR
En caso de ser víctima de acoso en cualquiera de sus
formas, es importante tomar medidas inmediatas para proteger tu integridad
física y emocional. Aquí te ofrecemos algunas recomendaciones sobre qué hacer
en caso de ser acosado:
NO MANTENER EN SECRETO LA SITUACIÓN: Habla con alguien de confianza
sobre lo que estás experimentando, ya sea un familiar, amigo, compañero de
trabajo o profesional de la salud. Es importante contar con el apoyo de otras
personas. DOCUMENTA LAS SITUACIONES DE ACOSO: Guarda todas las pruebas
que puedas reunir, como mensajes de texto, correos electrónicos, capturas de
pantalla, fotos o videos. Esto te ayudará a tener evidencia de lo que estás
sufriendo. ESTABLECE LÍMITES CLAROS: Si te sientes cómodo haciéndolo,
comunica de manera directa y firme a la persona que te está acosando que no
aceptas su comportamiento y que deseas que cese de inmediato. Es importante ser
claro y no dar lugar a malentendidos. BUSCA AYUDA PROFESIONAL: Pide
apoyo a un terapeuta, consejero u orientador que pueda ayudarte a gestionar el
impacto emocional del acoso y a encontrar estrategias para afrontar la
situación de manera saludable. DENUNCIA EL ACOSO: Si el acoso es grave o
recurrente, considera denunciarlo a las autoridades pertinentes, como la
policía, el departamento de recursos humanos de tu trabajo o la dirección de tu
centro educativo. También puedes buscar ayuda en organizaciones que luchan contra
el acoso y la violencia. PROTEGE TU SEGURIDAD: Si sientes que tu
integridad física está en peligro, busca ayuda de inmediato y considera
alejarte de la persona que te está acosando. Tu seguridad es lo más importante.
Recuerda que el acoso en todas sus formas es inaceptable y
nadie debería tener que sufrirlo. No estás solo y hay recursos disponibles para
apoyarte en esta situación. No dudes en buscar ayuda y tomar las medidas
necesarias para protegerte y poner fin al acoso, nada más hasta nuestra próxima
entrega. (dr/Puma)