Wednesday, December 04, 2024

EL DIVÁN DEL PUMA

TRAMPA POR UN SUEÑO: EL COSTO DE UNA VACANTE

La presión por acceder a la EDUCACIÓN SUPERIOR ha llevado a algunos jóvenes a buscar atajos, y esto puede reflejar varias fallas en el sistema educativo y familiar. La formación en casa, la ética y los valores que se enseñan son fundamentales para que los jóvenes comprendan la importancia de la honestidad y el esfuerzo personal.

La RESPONSABILIDAD DE LAS UNIVERSIDADES también es crucial. Deberían implementar filtros más rigurosos y mecanismos de control para evitar fraudes, como prohibir el uso de celulares durante los exámenes. Sin embargo, es un desafío porque también deben asegurarse de que sus procesos sean justos y accesibles.

La situación de lo ocurrido con tres adolescentes intervenidos durante el desarrollo del EXAMEN DE ADMISIÓN EN LA UNIVERSIDAD NACIONAL DE SAN MARTIN PARA ALUMNOS DE QUINTO AÑO DE SECUNDARIA y su posterior detención, nos invita a reflexionar sobre cómo estamos formando a las nuevas generaciones. Es necesario FOMENTAR UNA CULTURA DE INTEGRIDAD Y ESFUERZO DESDE LA ESCUELA Y EN CASA. Hablar abiertamente sobre estos problemas, en lugar de callar, puede ser un primer paso para generar cambios.

Es preocupante que algunos jóvenes OPTEN POR HACER TRAMPA PARA ACCEDER A LA UNIVERSIDAD, especialmente si ni siquiera han terminado la secundaria. Esto puede reflejar varios factores, como la PRESIÓN SOCIAL Y FAMILIAR PARA TENER ÉXITO, UNA FALTA DE PREPARACIÓN ADECUADA O UNA PERCEPCIÓN ERRÓNEA DE QUE EL FIN JUSTIFICA LOS MEDIOS. La idea de hacer trampa puede parecer tentadora para algunos, pero es un camino que no solo compromete su educación, sino también su integridad personal. Además, este tipo de comportamiento puede tener consecuencias a largo plazo en su vida profesional y personal.

ES FUNDAMENTAL QUE TANTO LAS FAMILIAS COMO LAS ESCUELAS TRABAJEN EN LA FORMACIÓN DE VALORES Y EN LA IMPORTANCIA DEL ESFUERZO Y LA HONESTIDAD. Fomentar una cultura donde se valore el aprendizaje por encima del resultado inmediato podría ayudar a reducir estas prácticas. También es crucial que las instituciones educativas establezcan mecanismos de control más estrictos para evitar estas situaciones. MUCHAS UNIVERSIDADES HAN IMPLEMENTADO POLÍTICAS QUE PROHÍBEN EL USO DE CELULARES DURANTE LOS EXÁMENES COMO UNA MEDIDA PARA PREVENIR EL FRAUDE. SIN EMBARGO, LA EFECTIVIDAD DE ESTAS MEDIDAS DEPENDE DE SU CORRECTA APLICACIÓN Y DEL COMPROMISO DE TODOS LOS INVOLUCRADOS.

Además de prohibir los celulares, las universidades podrían considerar otras estrategias, como la VIGILANCIA MÁS ESTRICTA DURANTE LOS EXÁMENES, LA UTILIZACIÓN DE TECNOLOGÍA PARA DETECTAR TRAMPAS O INCLUSO LA IMPLEMENTACIÓN DE EVALUACIONES MÁS CREATIVAS que evalúen verdaderamente el conocimiento y las habilidades de los estudiantes. LA EDUCACIÓN NO SOLO SE TRATA DE OBTENER UN TÍTULO, SINO DE ADQUIRIR CONOCIMIENTOS Y HABILIDADES QUE SERÁN ÚTILES EN LA VIDA. Si las instituciones logran crear un entorno donde se valore el aprendizaje auténtico y se desincentive la trampa, será un paso positivo hacia una educación más ética.

EN RESUMEN

El problema de la trampa en el acceso a la universidad es un reflejo de una serie de fallas que involucran la preparación académica, la presión social y la falta de valores éticos. Es fundamental promover una mejor preparación desde la secundaria, donde se fomente el aprendizaje genuino y se refuercen principios como la honestidad y el esfuerzo.

Además, es vital que todos los actores —familias, educadores y las propias instituciones universitarias— trabajen juntos para crear un entorno que valore el mérito sobre las soluciones rápidas. Solo así podremos formar generaciones que no solo busquen un título, sino que también se comprometan con su educación y su futuro de manera íntegra, punto final a esta entrega, nada más … hasta nuestra próxima entrega. (Puma)